me recuerdas aquellas tardes
de paseos por la alameda,
entre coches de caballo
y flores de primavera.
eres como el murmullo,
del Barrio de Santa Cruz,
donde nació esa luz
que en ti siempre
está presente.
Sevilla, cuando te
dejo
siguen en mí tus
sonidos,
de risas si son de
niñas
las unas jugando a
charranca
los otros disputando el
balón.
Sevilla cuando regrese
me fundiré en ti y en
tus gentes,
gentes de gracia y
saber
porque tú, marcas su
nacer,
anotándolo en sus
genes
o grabándolo en su piel.
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