domingo, 25 de marzo de 2012

LOS OJOS. RELATO CON PECULIAR CARACTERÍSTICA.

                                        TITULO DEL RELATO : LOS OJOS
        
                                      
                                               
                               
Al verla aparecer, me dije: “¡Oh Dios! tal belleza no es posible, es Ella, es la niña de mis ojos”. Solamente con la mirada me cortó el aliento y la contemplé largamente y gocé tan sólo con mirarla. No podía comparar la sensación de mirarla, con nada experimentado anteriormente, ni tan bello rostro se podía comparar con nada ni con nadie. Jamás había visto rostro tan hermoso como el de Ella, en mis incontables viajes por el orbe. Ni árabes preciosas de enormes ojos negros y pestañas como abanicos; ni sonrosadas nórdicas de claro pelo, blanca tez y prietas carnes; ni negras gacelas de la inmensa África de pechos infantiles e ingrávidos; ni delicadas orientales de rasgados ojos y ademanes tan embriagadores como el mejor vino. Nadie, nadie podía competir con la imagen de esa beldad, grabada desde ese mismo momento y para siempre, en mis ojos, con el trazo más indeleble.
La encontré sin intención de encontrarla, la amé sin intención de tenerla, la perdí sin intención de dejarla y jamas volví a verla. Pero esta vez, sí; tenía intención, tenía intención de morir. Y lo intenté con toda el alma, y lo intenté con todo el aliento, y lo intenté de todo corazón, pero no lo logré. Era Ella, mejor dicho, la mirada de Ella en mis ojos eternamente grabada. No se borraba y me decía en los momentos más álgidos de mis delirios: “Jamás podrás olvidarme. ¿Cómo habrías de hacerlo?. Y yo jamás saldré de esos ojos tan amados, ya míos para siempre. ¿Cómo habría de salir?. Eres mi Amor eterno y no hay poder, ni jamás lo habrá, para hacerlo morir. Permaneceremos eternamente enamorados.”

Pag.3 del diario “La Provincia” de fecha tres de Septiembre.

“Ayer en el zoológico de la capital, se halló el cadaver del mendigo conocido como “Ojos Tristes.” El vigilante del zoo, al realizar la ronda, encontró el cadáver del mendigo, frente al hábitat donde está encerrada la pantera. Establa arrodillado  con las manos dnlazadas delante del pecho, como si rezara, -indica el vigilante-. Informados por la secretaría de la Oficina Forense, nos comentan de la no existencia de indicios en el óbito para sospechar de nadie. Sólo hay algo extraño y está en la mirada del fallecido: los ojos no se le cierran y reflejan la imagen de la pantera, con rostro femenino. El Fiscal dará mañana más información sobre cómo se desarrolla la investigación de tan extraño caso.”

Barcelona, Diciembre 2011 





 

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