

Te vi sonreír
y creí ver el cielo,
dime tú, quién eres
que he de hacerte un
ruego:
"Que cuando
sonrías
mandes un mensaje,
iré a donde estés,
corriendo
y sin
equipaje".
Te vi sonreír
y se calmó el
aguacero,
es que, al ver tu
sonrisa
dije, con un te
quiero:
"Que cuando
sonrías
mandes un mensaje
iré a donde estés,
mi reina
y seré tu
paje".
Te vi sonreír
y salió la luna,
entre su corte de
estrellas
como tú, ¡ninguna!
como tú, ¡ninguna!
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