lanzo un suspiro,
por que yo presiento
que andas conmigo,
dándole rumbo
a mi camino,
de mi destino.
Me quedé muy triste
cuando te marchaste,
solo mil heridas
en mi tú dejaste.
Que triste es a veces
vivir esta vida,
que te haga de guía,
por eso me giro
cuando te presiento,
y sigo el rumbo
que vas escribiendo.
NOTA: gracias por vuestra compañía, almas amigas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario