Me bajé en marcha del
tren
en aquella estación,
en la que a ti te
encontré
y en ti encontré el
amor.
Tú ya no has de
esperar
y yo no preciso
viajar
en ninguna dirección.
Hoy, tu vida y la mía
unidas están por el
amor,
que nos regaló el
destino
en la última estación.
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