“Oídme todos, busquemos un lugar, “Paraíso” le llamaremos
el mundo hemos de andar, buscando en todos los rincones;
cruzaremos océanos y mares, continentes y naciones,
y en ese lugar, para siempre, un nuevo mundo crearemos.
Un lugar que al salir de casa , si oteas el horizonte, al norte la mirada,
se ha de poder ver un mundo diferente, hasta la lejanía,
un mundo aún respetado, sobre el que no habrá porfía,
y allá donde la vista se pierde, aún más allá, nacerá la alborada.
Que en las mañanas al despertar, mires hacía lo más distante,
y acumules la energía, que te de fuerzas para afrontar otro día,
que al respirar hondamente, te invadan paz, calma, alegría,
y te llene el espíritu, de amor inmenso y constante.”
Partieron todos a buscar un lugar tan idílico e inigualable,
recorriendo todo el mundo, sin que nadie informarles pudiera,
hasta el día 5997, 1 de Mayo de 2028, primavera,
arribaron a aquel valle, inmenso, recóndito, inmejorable.
Este valle no Paraíso, sino “Utopía” llamaremos, como legado,
a los que no acabaron el camino, iniciado un lejano día,
en busca del nuestro paraíso, que todos confiábamos que existiría,
donde un nuevo mundo crearemos, alejados de tanto mundo trastornado.
Y saldremos de nuestras casa, oteando el horizonte al norte la mirada,
pasear con los ojos por el valle, la vista se entretiene en la distancia,
nos llegarán las voces de nuestra prole, cantando de alegría,
sentiremos que respiramos amor, mientras nace la alborada.
Ayer se fue un compañero, juntos llegamos al valle.
¿Vas solo en este viaje? Sí, solo he de afrontarlo.
Amigo, cuando tus cuentas ajustes,
di que yo estoy muy cansado
y que si por mi fuera,
ya habría viajado.
He de descansar.
Señor, ¿me llamarás?
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