Sin pensarlo ni un momento,
nuestras vidas se han unido,
el destino así ha querido,
que tu amor calle mi lamento.
Tú serás todo el contento,
que le faltaba a mi vida,
yo seré punto y partida,
y de tu amor el sustento.
Todas las noches y días,
serán para nuestro amor,
cuna del ardiente deseo.
Y si las noches son frías,
las entibiará el cálido amor,
y las velará Morfeo.
Soneto de Amor número 2
Esta mañana amor, me levante temprano,
invadido por las ganas enormes de verte,
me dirigí al cruce del camino y la suerte,
me besó los labios y me tomó de la mano.
Desde lejos te vi, me estabas esperando.
Nuestro lugar secreto, “el cruce de caminos”,
que se adentra en el bosque, entre los pinos,
al que nuestro cristalino río, pasa bañando.
Como cuando su fría agua bañó nuestras vidas,
aquel domingo soleado de primavera,
dejando sanadas nuestras antiguas heridas,
borrando de nuestra memoria, otros amores,
consiguiendo que ésta fuera la vez primera,
que “Amor” no se trocó en nuevos sinsabores.
Soneto de Amor para un sueño
Anoche mientras dormía soñé que te soñaba,
que mis manos rozaban, tu cara, amada mía,
y mientras la angustia y el dolor me oprimía,
en el pecho de alegría mi corazón saltaba.
Contigo soñé mi amada, soñé que me querías;
dando razón a mi sueño ver por la mañana,
los rayos de sol, que al entrar por la ventana,
llenan mi corazón, de colores y alegrías.
Vuelvo a soñar contigo y veo tu cara,
que es la imagen que me llena la memoria,
la única que no olvidaría, si se borrara.
Mas si al soñar pierdo tu imagen divina,
me obligaré a mirar fijo tu linda cara.
Así cuando muera, vivirás en mi retina.
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