lunes, 30 de abril de 2012

LA FUENSANTA

¿Qué te sucede, amor, que pareces ausente.?  ¿Qué pena te muda el semblante, y turba tu bello rostro.? Háblame de ello, soy tu esposa, en la que puedes apoyar todas tus pesares.
Amada, ya que me lo demandas, te lo contaré, comento el esposo, pero no creas al escucharme, que te habla la locura, no, te habla el corazón, que es donde escondo la pena. Esto que ahora te contaré es lo que me apena, y espero que no afecte al amor que nos profesamos.
Gustavo -ese era su nombre- comenzó el relato a su joven esposa, Elena, con estas palabras:
“Estaba paseando una tarde por el bosque que hay en la cuesta de las Rosas, y me adentré por la senda que va a dar a la Fuensanta. Sé, y lo tuve presente, que la fuente, según cuentan las leyendas del lugar, después de la puesta de Sol, ese lugar es poco recomendable para pasear, ya que a ella se acercan toda clase de duendes, gnomos y demás seres de lo profundo del bosque, para beber, pués el agua es para ellos, como el nectar para las abejas. Pero cual no fue la sorpresa, que al llegar a la fuente, me encontré en alegre chachara a dos pequeños seres, -supuse por el aspecto, que eran Duendes, según me contaba la abuela Mercedes, al calor del brasero, con aquel saber de cuenta cuentos que dan los años. Me acerque a aquellos pequeños seres, amparandome en las sombras y la calma del crepúsculo, solo turbada por el canto de los pájaros, muy lentamente hasta que solo me separaba de ellos un pequeño seto de boj. Y entonces fue cuando pasó lo que aún hoy me turba. Uno de aquellos seres notó que era observado y con presteza se acercó hasta donde yo estaba.
¿Porqué perturbas nuestro descanso.? me susurró con la voz mas dulce que soñar se pueda:
¿Cómo te atreves, humano, a molestar la paz del bosque.? Has de saber que como pago a tu pecado, vendrás todas las noches de Luna llena, hasta que la fuente deje de manar.
Todas la noches de Luna llena, he vuelto a la fuente. Nunca más los encontré, hasta que, hace un año, justamente cuando nuestro amor brotó, la fuente dejó de manar. Desde entonces tengo el corazón lleno, con la pena de no volver a escuchar tan dulce voz.”
 Acabado el relato, ella con llanto en sus ojos, le besó y después de besarlo, le susurró con la voz más dulce que soñar se pueda:

¡ Amor, yo soy el duende.!



NOTA:
aún puedes encontrar algún Duende, si te paseas por los bosques del Moncayo.
Los Duendes reciben distintos nombres según el lugar: Leprechauns, Gremlins, Hobglobins, Lutins, Kobolde, etc.
En España se les llaman, en general, Trasgos, pero hay regiones en los que son conocidos por otros nombres: 
Trasnos en Galicia, Follets en Cataluña y Trasgus en Galicia.
 

domingo, 29 de abril de 2012

AMOR CULINARIO

Un pedacito
de tu corazón,
con un pellizquito
de mi inmenso amor.

Hacen una masa
fácil de hornear,
y que ayudará
a querernos más.

Oh! que buena dieta
te daré, mi amor,
lleva una copita
de mi gran pasión.

Si además añadimos
unas lagrimitas,
la tarta saldrá
al punto de sal
que se necesita.

Pero antes tendremos
que cocinar el primero,
besos con azúcar
y un poco de cielo.

Todo muy mezcladito
al baño maría,
harán un manjar
que en tu boca, niña
se derretirá.

Fusión de sabores
con risas de tu cara,
hacen que seamos
felices y dichosos
en las madrugadas.

¿Quieres descansar
mi adorada niña?
das tanto amor
que a amarte, incitas.

Y te amaría siempre,
 no descansaría,
te daría mil besos
abrazos, caricias.

Y cuando mis fuerzas
a su fin se acerquen,
yo te abrazaría
con las que me queden,

y esperaría
a que despertaras,
y me regalaras
nuevas alegrías.




NOTA: Estos versos son un ejercicio de "poesia culinaria".
Básico y con pocas calorias.



jueves, 26 de abril de 2012

NO LO ENCONTRARÁS


El viento frío del norte
me dice que tú no estas;
¿dónde tengo que buscarte?
golondrina de primavera
que de mis manos y del frío vuelas
buscando el calor
primaveral.

Pero te vas sin saber
amor mío,
que el calor de mis manos
no lo encontrarás
por mucho que busques,
en ningunas manos
en ningún lugar.




Nota: Aquellas, no volverán.
          Espero que la crisis, no afecte al
          romanticismo, y que éstas, las mias,
          sí vuelvan la próxima primavera.






lunes, 23 de abril de 2012

MI DULCE ALINA



El cuatro de noviembre fue el día
nació nuestra pequeña, nació Alina;
y fue para todos grande la alegría;
pasó la noche y ya su luz nos ilumina.

Fueron muchos años, los que no sentía,
tener en mis brazos, una nueva vida,
y aunque nada pide, todo le daría,
en ella encontré, una sensación perdida.

Me enternece ese aroma que desprende,
y que rescata, del rincón de mis pericias
experiencias ya pasadas, y me sorprende
su llanto, que solo lo calma mil caricias.

Tus azules ojos, Alina, con brillos de fuego
iluminan la sonrisa de tu cara y emociona,
por que primero me ríen y me lloran luego.
Ría o llore, un Ángel como tú, me apasiona.

Tú has sido, pequeña mía, la sensación,
que en mi dormida memoria ha despertado.
Ella me hace rememorar la gran pasión
que con mis hijos, mantuve en el pasado.


Nota:
Alina nació el 4 de Noviembre de 2011.
Fué un día feliz para la familia, y para mí, además, el recuerdo
de unas sensaciones ya muy lejanas.
Alina, ya tiene mas de 5 meses y sigue siendo una niña encantadora.
Estos versos se los dedico a Alina,
a su madre Maria
al Yayo Eloy 
y a la Yaya Roser.  






SI UN DIA ME MARCHO


Si un día me marcho
viviré, amor, en tu memoria,
desde allí te escribiré
contándote muchas cosas.

Búscame en el cielo,
y también en las estrellas;
allí podrás ver mis ojos
si te ayuda la paciencia.

Recuérdame con cara seria;
en otros momentos, te haré un guiño,
he de compensar, si me queda tiempo,
todos los olvidos que tuve contigo.

Si un día, amor, me marcho,
alguna vez ven sola a visitarme,
estaré en alguno de los sitios
que no los conoce nadie.

Solo tú los has de encontrar,
porque estas dentro de mis sueños,
todos los viví contigo,
tu dormida y yo despierto.

Háblales de mí a tus hijos
que no olviden ciertos momentos,
mejor con recuerdos breves,
que invadir sus pensamientos.

Si un día, amor, me marcho
recuérdame tal como he sido,
con virtudes y muchos defectos,
pero siempre queriendo y querido.

Y en fechas muy señaladas,
manda besos a mis labios
ellos los esperarán siempre,         
yo, si puedo, trataré de robárselos.

Si un día me marcho, mi amor,
donde esté te seguiré amando,
y mientras estaré agrandando
tu hogar en mi corazón.

Amor, si llega el feliz momento,
en que te vuelva a encontrar,
de tí me volveré a enamorar,
lo dejé escrito en el viento.


**
Nota:
Una mañana te levantas y piensas ¿Qué hago aquí?. Estas atrapado en una tela de araña, que te ahoga. Intestas huir, pero las raices que tienes te
mantiene atado a la tierra. No hay nada que hacer, salvo, compartirlo con
alguien a quién quieres. Lo he compartido con mis amores. Hoy lo comparto con vosotros.

jueves, 19 de abril de 2012

LAS TARDES DE DOMINGO EN MI SEVILLA


.
Las tardes de Domingo en mi Sevilla
comiendo un helado o un barquillo
en la pantalla el NODO del Caudillo
o Antonio y Marisol por seguirilla.,
En la platea numerada del Olimpia
ruidos de comer, pipas o cacahuetes
rodeados de grandes mozalbetes
los niños de mi calle en cofradía.,
Un gozo inmenso nos embargaba
poder ver y gritar con voces roncas
la peli de indios, vaqueros y broncas
donde al final, John Wayne siempre ganaba.
.
.

Escudo de Sevilla

. 
Catedral

.










Puente de Calatrava   

Salíamos del cine, chino chano, caminando
y en llegando a la esquina ya se olía
el aroma intenso de la freiduría
famosa en el Cerro: Casa Servando..
.
Seguíamos paseando, ya de atardecida
tratando de encontrar a las mocitas
que con aires de mayor, ¡y tan bonitas!
hablaban y reían sin freno ni medida.
.
Ninguna de ellas, gran caso nos hacían
pues fijaban sus furtivas y dulces miradas
en altos quinceañeros, y ellas alocadas
nuestro inmenso padecer, jamás veían.

Cerca ya de la iglesia, oscura noche
la hora de recogernos nos vencía
y pensábamos ¿por qué la suerte no venía
si hicimos, de intentos, un derroche?


 
Torre del Oro
 
La Giralda desde el Barrio de Santa Cruz









  
Patio tipico andaluz
¿Porqué aquel vaquero en la pantalla
sin grandes esfuerzos, sí lograba
lo que a nosotros siempre nos negaba
la suerte, tan esquiva y tan canalla? 
Salió la Luna, la hora de recogerse nos llegaba
con alas en los pies, todos a casa corriendo
gozando los últimos instantes, mas sintiendo
que otra tarde de domingo, se acababa.


Al llegar al jardín de casa, allí adormilada
como una reina, sentada bajo los rosales
la abuela Emilia, que al verme, y tan frescales
decía: “¡Niño, ya es hora!” y colleja de pasada.



Las dos Esperanzas (de Triana y Macarena)

Nazarenos en procesión
  











 
Patio andaluz

“La cena la tienes en la mesa, fría debe estar”,
decía tía Salud al quite, y me hacía dos guiños
yo, sintiéndome el más feliz de los niños
de todo daba buena cuenta, sin mucho molestar.


  Y a la cama, a repasar otro domingo cumplido 
cine, helados, bellas niñas -rubias y morenas-
con once años que mejor para borrar las penas
que soñar con lo anhelado, aunque no vivido. 


Dormido ya, mi espíritu se escapó por la ventana
buscando las tardes de Domingo, en mi Sevilla
y fue él con Marisol, quien bailó la seguirilla
lástima que espíritu y cuerpo, los una la mañana.  

            


Santisimo Cristo del Desamparo y Abandono

Cartel anuncio Concierto Hdad Cerro del Aguila


Estacion de Tren Plaza de Armas

martes, 17 de abril de 2012

CUARTETOS DE AMOR Y DESAMOR

Es interminable la pena
cuando no estás a mi lado
por qué amor, no te has quedado
                        para aliviar mi condena.  





                   Donde tengo que encontrarte
               que nunca antes te he visto
             será que la suerte ha previsto
              que el Amor de ti me aparte.





Lo hice para que no olvidaras
cuanto yo te había amado
dejé mi orgullo aparcado
y obvié que tú me engañabas.



¿Porqué te vas de mi vida
                     queriéndote como te quiero
                      siendo para mi el primero
                       a quien amo sin medida?







Tú no ocultabas tenerlo
yo miraba hacia otro lado
nunca supe que era pecado
ser engañado y saberlo.






A una nube mandé dibujar
tu silueta en el cielo
mas que nube es artista
captó en tu andar, el salero.


Si me pides no verte, tendría
que olvidar tu hermosa cara
que fue luz de madrugada
cuando el amor nos fundía.