Ángel, veo tus ojos
negros
bañados en sangre,
los párpados
casi cerrados
parece que cansado
están,
de tanto abrir y
cerrar
mientras tú
enloqueces,
con esos ojos
que estremecen
a quien dejas que te mire,
que si es joven y es
bella
y además, si es
doncella,
tú aprovecharías
y a mordiscos darías
buena cuenta
de todas aquellas,
que en la puerta
esperándote están,
pues desean poder cortejar
al hijo de las
tinieblas,
mostraremos como
atracción,
constando así, en el
tablón:
"El más bello
Ángel
que del Cielo nos cayó."
Pasen señoras y
señores
grandes, chicos y
medianos,
y quien tema, dé la
mano
a su vecino
si es que este es
valiente,
ya que solo un tiket costará
pues en la Feria hay
ausencias,
y nos faltan muchos
clientes
es la crisis, que
achanta a las gentes,
más a quien se atreva
a entrar
la Feria le mostrará,
el mejor, el ser más
especial
hasta la puerta del
Cielo,
para preguntar por él.
Nosotros ya lo hicimos
primero.
Allí fuimos a llamar
y nos dijeron algo
más
que un "buenos
días, ¿qué tal?"
cuando fuimos a decir
que en esta Feria de
aquí,
apareció un bello
Ángel
que por su aspecto,
triste, abatido y con
hambre
parecía más que un
Ángel
El Ángel que expulsó
Dios
de los límites del
Reino,
por querer ser más
que Él
en la jerarquía del
Cielo
y por eso allí
llegamos
llevándole de las
manos,
por no saber
si ha pecado,
que nada de antes
recuerda
y si tuviera una
cuerda,
seguro se habría
ahorcado
tal era su mal
estado.
Es por eso que allí
preguntamos:
¿acaso es de aquí
este Ángel
que ayer por la tarde
encontramos
en un rincón de
nuestra Feria?
"No, no es de
aquí
fue la respuesta que
dieron"
y además nos dijeron
"si vosotros lo
queréis
os podéis quedar con
él
y mostrarlo como
atracción
ya que aquí existen
más Ángeles
y de mejor condición.
No queremos, pues, señor
que viva entre
nosotros
el ángel que a Dios
traicionó."
Nosotros gracias les
dimos
y rogamos para él, el
perdón,
pues muchas cosas han
cambiado
desde que el Ángel
llegó.
Ahora es dócil y es
bueno
contrario a lo que
nos dijeron,
en la visita que
hicimos
al final de aquel
camino,
que todos hemos de
andar
para pagar por los
pecados
que en esta vida
tuvimos,
y el juez dictará, y
con razón:
castigo, a quien dijo
si al pecado
premio, al que a pecar dijo no.
Que sea así pues,
para todos
los que han ido por
buen camino,
y a quienes echaron
del cielo
y a quien mal actuó, si después
llorando, pidió perdón
el recto juez se lo concederá
porque es justo y es necesario,
perdonarle los agravios
al que haga un acto de contrición
y además se
arrepintió,
pues así llegaremos al final
siendo iguales en el pecar
e iguales en el
perdón.