jueves, 23 de octubre de 2014

EL TROVADOR.


Sin voz, pero con la música
yo acompaño mi sentir,
con bellos acordes, para decir,
que mis modos al amar
a ti te enamorarán,
aunque parezca infantil.

Mujer, si logro enamorarte
no habrá para mi tristeza,                            
pues lo que tu me darás,
mayor será, que la grandeza
de todo el sistema solar.

Escucha tú mi canción,
es canción que enamora,
hace del tiempo, momentos,
que sean instantes las horas,
y eleva los sentimientos
a donde los ángeles moran.

Así, que no me digas que no,
pues, si no te puedo enamorar,
silenciaré mi canción,
y tú pondrás el punto y final
a los latidos de mi corazón.






                                                   

viernes, 10 de octubre de 2014

TI HO VISTO SORRIDERE.

Ho visto un sorriso
sorriso pieno di colore,
dimmi, ?chi sei tu¿
voglio chiederti un favore:

"Che, quando sorridi
invia un messaggio,
andrò dove sei, bella
solo, nessun immagazzinaggio."

Ho visto sorridere
e ho pensato, che ho visto una rosa,
oh, donna ?chi sei tu¿
devo chiederti una cosa:
"Che, quando sorridi
invia un messaggio,
andrò dove sei, mia regina,
io sarò il tuo paggio."
Ho visto sorridere
e ho visto la nascita di luna,
tra il suo taglio stella
come voi, nessuna.

Nota: Doy la gracias a Ana, por revisar el italiano de la composición.
Saludos, Emilio

ALMUÑÉCAR


Almuñécar, te vi entre un mar de llanto
y vi, como ebria por tu intenso aroma,
se despierta la luna, que se asoma
y pinta con luz el Peñón del Santo.





Su influjo dibujó tu mar de olas
rugientes, que en aquel mismo momento,
iniciaron su danza con el viento
al ritmo de las blancas caracolas.




Tus festivas noches, visten de luces,
y llenan tus calles con tanto color,
que hasta en los cielos, ven tu resplandor.






Por todos tus dones, tú me seduces
por tener en tu piel, de la mar su olor,
de hombre firmeza, de mujer candor.




Este poema, ALMUÑÉCAR, está dedicado a la familia Saez Pérez, empezando por María Dolores, que junto a su marido, Jorge, tuvieron la amabilidad de acompañarnos en los días que estuvimos en tan hermosa Ciudad de Granada, y continuando por el resto de quienes conocimos, de tan estupenda familia: 
Ángel y Mari, hermano y cuñada de María Dolores,
Antonio, el inefable vecino del número 1 de la calle Mero, después de subir 138 escalones.
Juan y Lourdes, prima de María Dolores y su marido. 
Y a todas las personas que nos han hecho sentir, como si estuviéramos en casa.
A todos les damos las gracias por su amabilidad y acogida. Esperamos verlos de nuevo.
Besos y abrazos, Emilio y Montse


jueves, 2 de octubre de 2014

ORFEO Y EURÍDICE

Hay dudas, de si fue Eagro
rey de Tracia y su señor,
o fue Apolo, dios y maestro
quién a Orfeo engendró.

Fue Caliope, la musa
la que a Orfeo alumbró,
fue tan enorme su empeño
que su belleza heredó.

Cuando el bello Orfeo cantaba
tanto amor él transmitía,
que hasta las almas más fieras
su música las rendía.

Cuando el Argo retornó
con Jasón y el Vellocino
de Eurídice, se enamoró
y enlazaron sus destinos.

Un mal día, Eurídice fue mordida
por el símbolo de la traición,
se alojó en ella la muerte
y en Orfeo, gran aflicción.

Todo aquel que lo amaba
ofreció su vida y su corazón,
pero nadie pudo el evitar
que muriera su pasión.

Orfeo se enfrentó al Hades
con su música lo ablando,
fueron tantos sus lamentos
que hasta los Castigos paró.

Fue la música, o tal vez los lamentos
lo que a Hades, el corazón ablandó,
pero vio tanto amor y sentimiento
que a la vida, a Eurídice retornó.

El Invisible permitió a los dos
que del Hades, regresaran a su mundo,
y que tanto amor ellos lo vivieran
fuera de aquel infierno, oscuro y profundo.

Hades les impuso una sola condición
para el rescate de la ninfa Eurídice,
que Orfeo la habría de cumplir
tal como aquí, hoy se dice:

"Yo Hades, dios del Inframundo
doy permiso para volver a la vida,
a Orfeo y Euridice, si ellos cumplen
con la condición, por mí requerida.
Que será, salir del Hades y hasta ver el Sol
cumpláis que a ella, él, el rostro no verá,
pues si no lo consiguen cumplir, ella
en polvo y humo se transformará."

Más, ella al ver el fin de aquel infierno
quedó cegada, y un suspiro se le escapó,
Orfeo volvió la cara y fue verla
y su amada, en polvo se convirtió.

Orfeo creyó morir, y a Hades le imploró,
más este ignorando los ruegos del músico
hizo que pasado siete días entendiera, que
era mejor volver a su tierra, con su dolor.

Solo, pasaba sus vacíos días el enamorado
que tocaba y cantaba, no obstante,
hasta que fue muerto y descuartizado
a manos de las crueles bacantes.

Su lira y sus manos, están en los cielos
donde él a Eurídice, su música sigue tocando.
sí, es su música la que suena en mis oídos,
y hace que mis ojos, por él, estén llorando.