Tú, ¿desde dónde me
verás?
Tú, ¿desde dónde me
hablarás?
Yo sé y tú sabes y ella sabe
que el aire
me ha de matar,
cualquier aire que no
sea,
aire de tu respirar.
Y paso junto a tu
casa
como si no hubiera
otro lugar,
para sentir tu
presencia,
que la siento, aún
más fuerte.
Será porque tu no
estás.
Y es grande y está
vacía
sin embargo, ella
tiene,
muchas puertas que
cerrar,
puertas que tu no
cerraste
por no abrir otras
puertas,
puertas de otro
lugar.
Si posees llaves
del mundo
¿por qué no cerrar
tus puertas?
¿es una invitación
sin más
o tal vez es mi
terco deseo,
de verte y contigo hablar?
Y voy buscando encontraros
y rebusco en mi
buscar,
a ver en que lugar os encuentro,
si andáis fuera o dentro
de mi loco caminar.
Y buscarme y buscarte
y buscarla y rebuscar
y hallaros a ti y a ella
a ti, por ser aire que vida me da,
a ella, por haber sido mi
principio,
a las dos, por estar en mi escena final.
Sí, míseros eran mis
despertares
pronto se han de acabar,
si ya no entráis en mis sueños
si ya las puertas cerradas están,
si ya no atraigo los pesares
que malos recuerdos dan.
Es que cumplí el castigo,
ya no habrá ruedas de molino
ya no habré de comulgar.
Tú, ¡ya no me verás!
Tú, ¡ya no me hablarás!
pero recuerda que tú, me diste pesares
mientras yo, te enseñé a amar.