HOY ME HA VUELTO A RECHAZAR -2-

Hoy me ha vuelto a rechazar

la mujer a la que quiero,

y siento igual desespero

que placer siento al gozar.

Yo que la miro en las noches

viendo el lienzo deseado,

más si pinto lo imaginado

me hace mil y un reproches.

Mujer, si juras que me quieres

porqué, mi corazón torturas,

haciendo que haga locuras

buscando dudosos placeres.

Ya ves, te amo aún sin tenerte

pues así lo escribió el destino,

contigo amor, andaré el camino
contigo amor, hasta la  muerte.

COMO ENTREGARÉ MI AMOR

Fué mi fantasía

la que me dijo una vez:

ámala poco a poco,

como te enseñe.

Fué mi locura

la que un día me habló:

ámala con el desenfreno

de la pasión.

 Fué mi maldad

la que llegó y me grito:

si ella no te amara,

búscate otro amor.

Fué mi voluntad

la que a todas respondió:

seré yo quién disponga

como entregaré mi amor.

Nota: Nunca dejes, que decidan por ti. Piensa que tu eres maravillosamente único y libre. Elije y equivocate, que es la mejor manera de aprender. Solo a través de los errores, encontrarás la verdad.

Salud y saludos, Emilio.

   

SON HOMBRES.

NOTA PREVIA: Este poema puede molestar a algún lector, pero como no es 

mi propósito molestar a nadie, he escrito el titulado SON FÉMINAS,

que viene a ser, el femenino de éste.   

Ayer descubrí

que, a quién tú mas quieras,

más te hará sufrir.

Y comprendí

lo que impulsa al hombre

a ser tan ruin,

y a presumir,

que en ellos es gran virtud,
el ser baladí.                       

Él me prometió

"Amor, te amaré por siempre",

y no lo cumplió.

Sí me señaló

dejando en mis entrañas una llama,

de falsa pasión.

Lloré y se rió

y sin mirarme a la cara, me preguntó:

¿acaso fui yo?

Hipé ¿quién si no?

él, dando media vuelta y sin mirar atrás,

desapareció.

Así son los hombres,

es su condición. Yo a él me entregué,

él me abandonó.

DÉJEME DECIRLE

Déjeme decirle que la quiero

no me diga no,

que es el único consuelo

de mi corazón.

He perdido a quien más quería

mi bella flor,

ella, que entre besos me decía

"te amo, amor".

Ahora al despertar la mañana,

veo el Sol

   colarse por mi ventana,

y me pregunto yo:

yo ¿que no hice?

a ella ¿que le faltó?

yo, que tanto la quise a ella,

¿porqué me dejó?

Tenga o no tenga respuesta

del porqué me abandonó,

yo muero tras la ventana
por la que se cuela el Sol.

CALLA

Calla,

no digas nada,

que el tiempo

ya lo dirá,

si estabas

en lo cierto,

o por contra

 equivocada,

si estuviste

acertada,

                                      o hiciste

                                        mucho mal.

      Calla,

      no digas nada,

      a veces...

      mejor callar.

CUARTETOS DE AMOR

Número 3 : Tu cuerpo

Tu cuerpo mi dulce amada

me está quitando el sentido,

al llegar la madrugada

y quitarte tu el vestido,

pues te miro y me sonrojo

tan hermoso tú lo tienes,
que  hace que latan mis sienes
y derramen  lágrimas mis ojos.

Número 4 : Deseos

Solo tengo una razón

que me haga respirar,

poderte a ti conquistar

llegando a tu corazón.

                

Solo un deseo me guía

y el único que persigo,

poder compartir contigo

la tristeza y la alegría.

Solo por tus ojos veo

tus ojos, mujer amada,

ellos, que de madrugada

dan color a mi deseo.

Número 5 : Vivir dos vidas

Veloz el tiempo ha pasado

como agua entre los dedos,

pero me queda el consuelo

que nos hayamos amado.

Con un amor tan profundo

que sin él, no tendría sentido

haber vivido en este mundo

        y no vivir contigo lo vivido.

EL AMOR MÁS DESEADO.

La profundidad del mar

la inmensidad de los cielos,

los deseos y los anhelos

que conforman mi soñar,

son señales de mi amor

que por ti lucha y batalla,

destruyendo la muralla

que nos separa a los dos.

Ven, y abrázame tan fuerte

que fundas tu cuerpo en mí, 

 pues, si más tengo de ti

 mas quiero yo a ti quererte.

Quererte de noche y de día

con palabras o en silencio,

dando a mis males remedio

y a mi sed, dulce ambrosía.

Ven y abrázame para olvidar   

lo mucho que te he esperado,

a ti, el amor más deseado  

el que me ha enseñado a soñar.

Ya soy tuyo, tu eres mía

vencimos al sufrimiento

ambos en excelsa armonía,

quedando solo un sentimiento

el amarnos noche y día.