viernes, 26 de junio de 2015

MI MUNDO ME DUELE (Reedición Junio/2015)


Me duele la sonrisa, los labios también
de apretar la boca, y no poder morder.

Que es la única forma
de salir del laberinto,
y con dos gotas de agua
quitarle la sed al mundo.

No cuesta poco ni mucho, solo hay que caminar
detrás de un paso, otro; detrás de esa gente, más.

No serás el primero
que andes al caminar,
cuantos mas seáis
más caminos se abrirán.

Tierra, hemos de coser
tus profundas heridas,
tienes tantas en la piel
que difícil es tu cura.


Hoy os comunico a todos, que inicio mi camino
y para eso he comprado, aguja, dedal e hilo.

Coseré las religiones
trataré de no herir,
a nadie, y si lo logro
Pater igual a Muecin.


Serán costuras distintas, donde Dios será Ala
el Corán será la Biblia, como el aceite es a la sal.



Con solo imaginarlo
la sonrisa me transforma,
llamar a oración del Muecin
desde la Catedral de Córdoba.


Y con mucho agrado escuchar, que leyese una homilía
el Obispo de Sevilla, en la Mezquita de Hagia Sophia.

Si juntamos muchas agujas
se podrá hacer entre todos,
blancos, negros, amarillos
rubios, morenos, pelirrojos.

Hacer de este mundo de cansados
un planeta sin protestas
todos juntos como hermanos
mas sumas y menos restas.

Al mismo tiempo, eliminar la guerra y sus maquinarias
cambiar granadas por besos, y las minas por palabras.

Y a repartir sin distingos
que las horas de un día,
son las mismas en Nueva York
que si vives en la India.


Líderes de todas las razas
seres de un mundo en deriva,
os toca dar prontamente
una sabia alternativa.

Que implante en el planeta, una paz sin desatinos
que puedan vivir judíos, junto a hermanos palestinos.

Acabemos para siempre
con la pobreza y el hambre,
la muerte de tantos niños
y el comercio de animales.

Reducir las diferencias, entre países ricos y pobres
que a los pobres no les falte, y a los ricos no les sobre.

Si logramos, los recursos repartir
todos podremos mejorar,
recordad que desnudos nacemos
y a la muerte, nada hemos de llevar.

Hemos de olvidar banderas, y escudos y blasones
en el nuevo orden todos seremos, dignos de iguales honores.

Sé que mis ojos no lo verá
pero mi espíritu lo sabrá,
que de la utopía, sueño de ayer
un mundo mejor, despertará.

Si una nueva vida, logro tener, y este mundo vuelvo a pisar
sabré que es el mío, iguales serán, ricos y pobres Dios y Allah.

No violencias, si paz, las granadas serán besos, las balas pan
no más guerra, no combatirán, Palestina a Israel, Usa a Irán.

Mi nombre es Emilio, hijo de Mario
y también soy Amed, hijo de Arfan
y también soy Abebe, hijo de Haile
y también Bhaskara, hijo de Braham.

Los besos y abrazos van a triunfar
y ni colores, ni razas, ni la religión
impedirán que se cumpla mi ilusión
¡que una nueva Tierra podamos crear!
  


NOTA: Las balas matan y las sonrisas dan vida. 
A esos, que en nombre de su creencias religiosas, disparan balas, les digo, que es grande la tristeza que gratuitamente provocan a tantos humanos, haciendo que sus caras, adquieran la expresión del dolor y de la  pena. Mientras que disparar sonrisas, pinta en la cara que las recibe, una expresión de alegría y de vida, que ningún escrito, de ningún credo, pueden superarla. Pensad, los que os sentís ofendidos por algunas cuestiones religiosas, que si no os apeáis del apocalíptico caballo de la intransigencia y no aplicáis el sentido común, en la interpretación de las  mismas, vais mal encaminados.
Espero que, los que usan el terror como argumento, entendáis lo que os digo, y si no lo hacéis, siempre os queda el recurso de pintar en mi cara la expresión de dolor y pena, la misma que les queda a las personas que han sufrido un atentado o lo ha socorrido, o tiene algún familiar o amigo, fallecido en uno de ellos.

Os saludo a todos:
a la A y a la Z
a mujeres y hombres 
a victimas y asesinos
a negros y blancos
a cultos e incultos
a 'Alif y a Yä'
a altos y bajos
a niños y ancianos
a pobres y ricos
a Alfa y Omega
y a todos los demás.
Emilio